“La
gran disputa”
-¿crees
que puedes cambiar el mundo? - preguntó la razón de forma casual.
-
si…
-
¿Tú? - inquirió con cierto escepticismo.
-
si… - respondió el demente con plena soltura y seguridad en sus
palabras
-
¿crees poder cambiar el rumbo de las cosas? - insistió, pues intentaba flaquearlo - Las cosas están así, por que la gente así lo
dispuso... ¿Crees poder combatir el colectivo?
-
si… puedo cambiar al mundo, dotarlo de los contenidos que desee y
en un giro de 180° destruirlo para que vuelva a resurgir. Combatir
la moral social de los intereses mayoritarios y la impotencia de la
minoría, aniquilar las normas consuetudinarias que envasan el
espíritu impidiéndole ser, aniquilar el “bien común” de
utilidad particular, todo orden preestablecido, y cuanta ficción
encarcele el alma.
-
¿Cómo?
-
Con mi mente, por medio de los artilugios nunca antes visto que me
ofrece la imaginación. Con la mayor certeza de poder conseguir el
resultado previsto.
La
razón se carcajeó con total desfachatez.
-
Es imposible, jamás se podrá romper los esquemas pensados por
siglos de civilización.
El
demente, lejos de inmutarse, prosiguió con parsimonia.
-
puedo cambiar al mundo, con solo cambiar mi forma de concebirlo, a
través de una nueva forma de apreciación particular en mi interior.
-
eso no seria cambiar el mundo en realidad…
-
pero... ¿qué es la realidad y por tanto el mundo? - cuestionó -
la realidad es MI realidad, por lo tanto “el mundo” es el que
esta en mi. Puedo cambiarlo como mas quiera y adaptarlo a mi ser, a
MI VERDAD. Por que nada que no venga de MI será REAL, el mundo tal
como lo concibe la mayoría es la MAYOR DE LAS MENTIRAS.
Al
ver que su conciencia no tuvo mas que decir, ladeo una discreta
sonrisa y le preguntó...
-¿Todavía
te preguntas si puedes cambiar el mundo?...
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